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Cuando se planifica un jardín, los especialistas diseñan con plantas y árboles, por este motivo los paisajistas deben estar familiarizados con ellas y saber sobre su desarrollo, no es suficiente guiarse por su estructura o paleta de colores, sino que deben tener conocimiento sobre su comportamiento al rodearse por otras especies vegetales, al ser seres vivos tienen requerimientos como luz, agua, nutrientes, entre otros y como se menciona en la teoría de Darwin, el más fuerte y el que mejor se adapte, sobrevive. FILARDEN ofrece servicios de asesoría técnica y paisajismo para tus proyectos.

Sea del modo que sea, esta dinámica de competencia beneficia sólo a sus ganadores y sentencia a sus perdedores.

Estrictamente, competencia es el proceso por el cual las plantas que conviven en un mismo lugar tratan simultáneamente de obtener los recursos disponibles en el medio. Estos recursos pueden agotarse o resultar menos asequibles para un organismo como consecuencia de la vecindad de otro convirtiéndose en un recurso limitante. Hay que tener en claro que  la competencia no sólo se da entre individuos de diferentes especies (competencia interespecífica), sino entre plantas de la misma especie (competencia intraespecífica).

Como se mencionó previamente, los individuos pueden competir por luz, agua o nutrientes. A continuación se detallan algunos aspectos de los fenómenos competitivos más frecuentes:

Luz

A diferencia de los otros recursos involucrados en la competencia, la luz no se encuentra en cantidades limitadas sino que posee un flujo continuo. La interceptación lumínica por parte de las plantas modifica la disponibilidad del recurso, tanto en lo referente a la cantidad como a la calidad del mismo.

Los árboles de crecimiento más rápido en un jardín adquieren una dominancia en altura, ensombreciendo a los demás. De esta forma, plantas con rosetas o con copas expansivas, interceptan una mayor cantidad de luz reduciendo al crecimiento de otras plantas de su entorno. La falta de luz provoca en las plantas un desarrollo anómalo, llamado ahilado o etiolación, que consiste en el alargamiento de la planta a costa de perder resistencia en sus tejidos estructurales (entrenudos más largos, menor grosor, mayor fragilidad, etc.).

Agua

Generalmente en hábitats con existencia de competencia por un recurso como es el del agua, el recurso acaba siendo compartido por los individuos en función de la densidad de raíces de los individuos. En esta situación de competencia, la especie mejor adaptada acaba llegando a ser la dominante del lugar, pudiendo llegar en algún caso a situaciones parecidas a las de los monocultivos, donde la cantidad de raíces puede llegar a sobrepasar la cantidad que se requiere para una absorción máxima de agua.

Nutrientes

Si los nutrientes del suelo son abundantes, la competencia es de menor importancia. Sin embargo, en muchas áreas, los suelos son pobres en nutrientes y la competencia es entonces crítica. Por otra parte, la aplicación de fertilizantes a fin de elevar los rendimientos del cultivo no logra alcanzar los beneficios máximos de no ser consideradas las especies previamente.

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